viernes, 24 de abril de 2015

Pastores con corazon universal




Reflexión domingo 26 de abril 2015
PASTORES CON  CORAZON  UNIVERSAL
JUAN 10,11-18



Cuando niños  nos asustábamos con el hombre lobo que salía los viernes de luna llena.
Cuando adultos  nos interesa la realidad, comprobamos que hay más de un hombre lobo que vive de la sangre y de la carne de seres humanos. Ellos habitan entre nosotros, algunos cubiertos de piel de oveja, detrás de un servicio, de una iglesia, de un puesto público y otros con descaro muestran su soberbia egoísta. Hay muchas personas que les tienen miedo ya sea porque dependen económicamente, por estar preocupados por salvar su vida o por tener una psicología de oprimido.

Jesús se presenta en el texto bíblico como el buen pastor que enfrenta al lobo, ofreciendo su vida en bien del rebaño más débil. El trabajador que sólo piensa en SU salario huye del lobo, no lo enfrenta, permitiendo que se disperse y se coma a los demás.
El buen pastor cuida de su rebaño e incluso se preocupa por el bien de otro rebaño. Porque su espiritualidad está fundada en creer que Dios es el Padre de de la Vida y toda vida es nuestra hermana, por lo tanto la debo defender. (Juan 10, 11-18)
El hombre de hoy rechaza con desdén el papel de oveja y la idea de rebaño, pero no se percata de que está completamente dentro. Uno de los fenómenos más evidentes de nuestra sociedad es la masificación. Nos dejamos guiar todo tipo de manipulación y de persuasión oculta. Otros crean modelos de bienestar y de comportamiento, ideales y objetivos de progreso, y nosotros los seguimos; vamos detrás, temerosos de perder el paso, condicionados y secuestrados por la publicidad. Comemos lo que nos dicen, vestimos como nos enseñan, hablamos como oímos hablar, por eslogan. El criterio por el que la mayoría se deja guiar  es por una falta de identidad.
Cristo nos propone hacer con Él una experiencia de liberación. Pertenecer a su rebaño no es caer en la masificación, sino ser preservados de ella. «Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad» (2 Corintios 3, 17), dice San Pablo. Allí surge la persona con su irrepetible riqueza y con su verdadero destino. Surge el hijo de Dios aún escondido, del que habla la segunda carta de este domingo: «Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos».
… Un pastor a la manera de Jesús no genera sectas ni grupos privados, es de mente y corazón abiertos para hacer posible que todas las personas que se sienten llamadas a ser acompañadas por él tengan un espacio. Hoy en día, esta actitud la traducimos en la capacidad de diálogo y en la capacidad de entender que el mundo en que vivimos es cada vez más plural. Un pastor unidimensional, que solo acompaña a los de su “línea” o que divide el mundo en buenos y malos corre el  riesgo de dejar por fuera a muchos de los que el Señor le ha encomendado.  Tener la actitud de Jesús nos hace ser: Pastores con corazón universal.
Quien sólo ve dinero en su trabajo, siempre estará insatisfecho porque no hay salario que pueda dar sentido pleno a la vida. Además si su objetivo es solamente material está en una posición de «tener precio» que con más o menos se lo puede comprar o corromper. Por dinero se aparta de su rebaño, de su gremio, de su familia, de sus ideales, de su fe poniéndose del lado del lobo que puede ser un patrón contra sus empleados o un obrero contra la empresa.
Bendito todo trabajador que siente su espacio de trabajo como su familia y está dispuesto a cumplir sus obligaciones de la mejor manera posible y está dispuesto a defender a los más débiles cuando sufren injusticias o amenazas. Los hay en el ámbito público como privado, los hay gremialistas y empresarios.

No puedo dejar de lado hoy donde oramos por las vocaciones, entonces tenemos que tener en cuenta que. Hay personas en distintas profesiones y vocaciones que «libremente» renuncian a algunos privilegios para entregar su vida, sus saberes, sus bienes con personas que no son de su familia de sangre, ni de su clase social, transformándose en un palo en la rueda de las «organizaciones vampiras, que sangran al pueblo».

Y como no creer que hoy en día hay otros y otras que al igual que San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís, cuando por fuera se lo veía continuar en sus fiestas dedicado a sus familiares y amigos, por dentro algo se estaba gestando en amor hacia los excluidos.
 
Unos elegirán morir como asalariados, conociendo el mundo y siendo reconocidos por él, dejando herencias materiales.  Y otros elegirán dejarse llevar por la suave briza, que sopla contra corriente en descenso, por el camino angosto, no entendible, que en su momento ni siquiera la misma Iglesia lo reconoce.
 
Que nos dejemos llevar por el Espíritu que movió a educadores, trabajadores de la salud, padres, misioneros... ese Espíritu que nos llama y espera en el rebaño más amenazado.
Paz y Bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy Cazón
Fraternidad eclesial Franciscana

viernes, 17 de abril de 2015

MIREN SOY YO



Reflexión domingo 19 de abril 2015
MIREN,  SOY  YO…
Lc 24,35-48

El evangelio de hoy nos invita a estar atentos a los acontecimientos de Dios en nuestras vidas, intentaremos recorrer  nuestras experiencias a la luz del evangelio.
El camino de Emaús se transforma así en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Jesús, lo cual  nos fortalece haciéndolo practico el encuentro con el herman@.
Jesús se vuelve a presentar  nuevamente,  en medio de sus discípulos, cuando se  encontraban comentando precisamente sobre el encuentro que tuvieron con Él. . Es de notar que al entrar de improviso y ponerse entre ellos, todos se sobresaltan. Es que lo ven, es extraordinario. Es algo de lo que no tenemos registro ni antes ni después. Es algo ÚNICO. Nada en esta vida nos prepara para ello.  Jesús se presenta “deseándoles la paz” La resurrección de Jesús y su aparición en figura corporal es cosa que sobrepasa la capacidad de comprensión humana. Ni siquiera viendo y oyendo su saludo de paz logran los discípulos convencerse de que es él, por eso "Abrir el entendimiento" significa comprender que todo el camino de Israel recibe su sentido al culminar en la pasión y pascua de Jesús.
Por eso es comprensible el miedo de los discípulos, como es comprensible nuestro miedo a creer que Jesús ha resucitado y con Él nosotros. Frente a ese miedo sólo queda la confianza en que Dios puede hacerlo todo nuevo.
Están y estamos con dudas en nuestro interior, no es algo nuevo, ellos y nosotros en nuestro proceso acumulamos dudas sobre lo que aquel hombre hacía y decía, sobre sus compañías, sus bienaventuranzas, el tocar a los leprosos, hacer cosas prohibidas (en sábado).
Después su miedo se tornó en asombro. Se llenaron de alegría al descubrirlo  ahí, entre ellos. Esa es la alegría de aquellos que aceptan  dedicar su vida por el Reino. Ellos ya están participando de esa vida que tanto les había hablado de Jesús y que sólo después de la experiencia pascual pudieron comprender y abrazar.

Mostrar las manos y los pies son el testimonio más verifico de que el Resucitado es el crucificado. Eso lo tendrán muy presente los discípulos durante toda su vida. La cruz será siempre el recuerdo de la vida y
para mostrarnos que Dios le había dado la razón se puso a comer con ellos “un trozo de pez asado” y como los que acababan de llegar de Emaús se les “abrió el entendimiento”. Es el gesto definitivo, entonces amigos  es tiempo de comer juntos y sobre todo con los que no tienen pan, es tiempo de construir el Reino.
Nos toca Ser y Hacer signos pequeños de Resurrección, al partir y compartir el pan, al poner la vida y la alegría por encima del miedo y la muerte, al predicar la utopía del Reino (Resurrección).Como dice el texto: “En su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de esto” En nuestras comunidades debemos de hablar de estas cosas, poner en común nuestras dudas y certezas, el camino de la Pascua nos marca el horizonte de la Vida.
¿necesitamos que Jesús se nos aparezca para despejar nuestras dudas y abrir nuestra inteligencia?, o seremos capaces de ver a Jesús en el mundo que nos rodea, afinar la mirada y darnos cuenta que no se trata de que se nos aparezca en carne y hueso como una manera tangible de aquello que pregonamos como la base fundamental de lo que creemos, yo creo que necesitamos salir de nuestras cajitas y mirar hacia el lado y ver a Cristo en lo más necesitados, en el hermano que solo quiere que lo saludemos,  que lo abracemos, que tengamos un gesto amable en la fila en que esperamos, o que miremos como un igual a un otro que se nos aproxima. En estos “¡Miren, Soy  Yo!” estemos atentos  a  los  signos  de los  tiempos, pidámosle   al Espíritu que podamos tener una mirada sapiencial de la realidad. No busquemos en la muerte al que vive para siempre.

Jesús les dice a sus apóstoles que son testigos de todo esto, seamos entonces testigos de lo que creemos y llevémoslo día a día hasta nuestros actos cotidianos más mínimos.
Paz y  bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy cazon
Fraternidad eclesial franciscana







domingo, 12 de abril de 2015

La comunidad del Resucitado


Reflexión domingo 12 de abril del 2015
LA COMUNIDAD DEL RESUCITADO
Juan 20,19-31


Muchos cristianos, Judíos y otros, en esta semana  nos dimos un saludo de Feliz Pascua. El saludo pascual tiene como contenido profundo el deseo de dar un  PASO DE LIBERACIÓN, en continuidad con la primera pascua, que fue el paso del pueblo de Israel saliendo de la esclavitud de los egipcios.
Lo creo interesante marcar este aspecto para poder entrar en el evangelio de Juan donde  con las apariciones nos indica que:
¡Jesús ha resucitado! Ésta es la noticia más importante de todo el Evangelio. Debería haber ocupado, enormes titulares, la primera página de todos los periódicos del país y de todo el mundo... Y, sin embargo, como siempre, Dios nos confunde. Sucedió al atardecer -noche, sin que nadie apenas se enterara. Sí, tarde-noche. Así son todos los grandes acontecimientos de Dios...

Pero Jesús nos dejó claro que si queremos encontrarnos con El: fuéramos a Galilea, a las Periferias, que nos comprometiéramos con la vida Cotidiana...

Este evangelio nos cuenta que los discípulos se habían encerrado por miedo al imperio  injusto de aquella época.
Por eso Jesús resucitado se hace presente en LA COMUNIDAD REUNIDA el momento de la entrega del Espíritu a los discípulos también nos recuerda la entrega que hizo Jesús de su Espíritu desde la cruz. Los miembros se llenaron de alegría, sintiéndose perdonados y amados, con capacidad para amar y perdonar. Sin miedo a la muerte. 
La paz comienza por la experiencia de sentirnos perdonados y nos invita a compartir el perdón con otros, nos invita a la experiencia de vivir el amor amando; Jesús se  hace presente en las realidades y personas concretas.
Por eso no podemos reducir el perdón a la función sacramental. Todos nosotros estamos llamados a vivir en el perdón y a darlo en nuestro vivir diario.
Jesús  necesita de discípulos que manifiesten su compañía, su misericordia, su paz. Necesita de comunidades centradas en Él, abiertas a recibir a los que lo buscan. Todos tenemos en la esencia de nuestro ser la vocación de amar. Pero no todos hemos tenido la gracia de sentirnos muy queridos así como somos. Y otros que han sido amados, se han dedicado a llenar su corazón de otras cosas y este se ha materializado.   
Estamos en tiempo Pascual, es el mejor tiempo para hacer camino a la fuente del amor.
 La verdadera paz  interior y social, la encontramos en el compromiso con los crucificados de hoy en las Galileas de hoy. Lo que  hago a uno de esos pequeños se lo hago a Jesús (Mt.25). Y esa cercanía solidaria con los más empobrecidos, excluidos (no solo material sino también en lo espiritual) es la que nos hace salir de nosotros mismos lo más hermoso. Nunca estaremos en paz ni habrá paz social mientras seamos indiferentes, a esto el Papa francisco lo llama la auto referencialidad.
Quiero que juntos nos coloquemos al lado de Tomas para poder entender lo que le va pasando por la mente y corazón en la comunidad. El hecho de no estar en el primer momento de la aparición de Jesús lo hace débil y con capacidad de proclamar, muchos tenemos la tendencia de  ver la incredulidad  de Tomás de forma negativa, pero desde el punto de vista evangélico, querer ver no es en sí mismo algo malo, y de hecho puede ser parte del proceso para  poder estar  con Jesús.  El deseo de ver a Jesús que tiene Tomás no es entendible  por sus compañeros y las palabras de Jesús en el (v. 29)  no necesariamente señalan que Tomás haya hecho algo malo.
Además, después de ver a Jesús resucitado, Tomás realiza una confesión Cristológica más completa  y profunda que la de cualquier otro de los discípulos o seguidores, con su exclamación: “¡Señor mío y Dios mío!”
(v. 28). Lo que esto nos muestra es que la creencia en Jesús no significa sólo estar convencidos y convencidas de que Jesús es Señor en un cierto momento, sino que es un proceso continuo que con el tiempo se puede  expresar de manera más plena y completa.
Tomás supera las dificultades en la Comunidad, por el testimonio de los demás, porque se pone disponible  de recibir el don del Espíritu. También a él se le calienta el corazón en contacto con Jesús y siente su paz y su alegría. Al final se rinde: ¡Señor mío y Dios mío!
Dios está en la debilidad, en la pobreza. Esta es la lógica de Dios. Y parece que tiene que ser así.
les comparto este vídeo:


Qué la paz de Jesús y el don del Espíritu Santo permanezcan con nosotros y nosotras siempre y en todo momento y a pesar de todo.
Paz y  bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy cazon
Fraternidad eclesial franciscana






sábado, 4 de abril de 2015

Huellas de Pascua

Reflexión  vigilia pascual  4 de abril 2015
HUELLAS  DE  PASCUA
Marcos 16,1-8


Amigos para entrar  en el misterio de la resurrección,  los invito a que profundicemos o imaginemos:
La vida de los seguidores de Jesús en el sábado.
 Dado  que la historia comienza con las palabras "cuando pasó el sábado....” Los otros evangelios no mencionan el sábado, pero Marcos nos da este breve relato de él. Si tenemos aunque sea un poco de imaginación, será fácil entender que aquel sábado, antes de la resurrección, debió ser el día más oscuro, triste que jamás hayan experimentado los discípulos.
 Un día en que se habían destrozado sus esperanzas, sus sueños perdidos, sus espíritus tristes y sus corazones heridos y atemorizados.
Un día en el que el futuro se presentaba sombrío y lleno de presagios. Sus más brillantes esperanzas se habían venido abajo, sus más dulces sueños se habían esfumado con la muerte de Jesús.
Estos discípulos, sintiéndose destrozados, sus esperanzas desvanecidas y sus sueños perdidos, intentaron vivir aquel aciago sábado sin esperanza alguna para el futuro, sin creer en la resurrección. Para ellos cada una de las fibras de su ser debió clamar: "¿De qué sirve? ¿Para qué seguir adelante? Fue un día que no olvidarían durante el resto de sus vidas."
En la actualidad hay más personas que viven en un constante estado de desesperación, de falta de esperanza, simbolizada por aquel oscuro sábado,
La desesperación y la falta de significado nos presionan por todas partes.
Muchos, sin duda,  son hijos del sábado.
Pero me es sorprendente  el imaginar el momento de decidirse en poner  este acontecimientos por escrito, cuando llegó la hora en que los discípulos tuvieron que sentarse con el fin de escribir estos relatos, este oscuro  día se había de tal modo situado en un segundo plano, gracias al gozo de la resurrección, entonces  consideraron necesario decir  solo: "cuando pasó el sábado.... pues la esperanza que sentían había absorbido su desesperación.
Esta historia es transformada gracias a la muerte y con esto lo que dijo Jesús “si el grano no muere…” por eso el texto es clave desde el inicio:
Ya ha pasado el sábado. Esto significa que el sábado pasado es el sábado superado. Y entonces  entramos  en el misterio de Dios, al espacio del Evangelio, al tiempo del Reino.
Tres mujeres son las que se animan a acercarse al sepulcro, trofeo de la muerte. Ni uno de los discípulos varones ha quedado en pie, firme hasta el final. Son estas tres mujeres, las que han permanecido. Han mirado la cruz de cerca y han mirado la sepultura de cerca. Ahora les toca, por su fidelidad, por permanecer en el momento duro del martirio, mirar cara a cara la tumba vacía.
Son mujeres galileas que han subido a Jerusalén con Jesús como discípulas Por su perseverancia en el camino del discipulado, se ven recompensadas con el testimonio de la muerte vencida. Por hacerle frente a la muerte, pueden hacerle frente a la vida nueva. Sin embargo, no son ellas mismas las que entienden por completo que se encontrarán con vida, en lugar de muerte. Su misión, en esa madrugada, parece ser la de ungir un cadáver, no ir a esperar la resurrección.
Son ellas y no los varones las que ungen a su Maestro derramando vida cuando reina la muerte. Son las que están más cercanas a entender, con sus gestos, la verdadera dimensión de Jesús, de su camino y de su cruz. Raramente los judíos ungían cadáveres, y más raramente lo hacían con mezcla de aromas, excepto que se tratase de un rey (cf. 2Cron. 16, 14). Esto nos revela que las mujeres, en cierto sentido, reconocen una especie de reinado de Jesús.
Estas mujeres del sepulcro lo hacen en el contexto de la vida ya entregada por el Reino, con el pan ya partido, y posteriormente, también en la línea de la misión eclesial.
Estas mujeres quieren ungir a un muerto, y resultará que está vivo. Esta bisagra del morir y del vivir destruye concepciones religiosas y humanas que entienden la muerte como final definitivo, como último paso.
Otro dato importante    que  encuentro es que  al parecer, en el apuro y la angustia por ir a embalsamar el cuerpo, no pensaron, o no consiguieron que ningún varón las acompañe. Lo cierto es que la piedra era muy grande, Ellas están preocupadas por la imposibilidad de correrla con sus fuerzas pero la fuerza que viene de lo alto no ve en la piedra un impedimento, sino la vía de realización de la pascua.
El sepulcro está vacío de Jesús. Al ingreso de las mujeres a la tumba hubiese sido el encuentro con un Resucitado glorioso, vital, visible. Pero no. Hay allí un joven el cual simboliza a un ángel.
Las palabras del joven son el centro de toda la escena. Y podrían ser el centro de la experiencia cristiana narrada por Marcos. Aquí se resume el sentido de la persona de Jesús que quiere transmitir el autor y, por lo tanto, la clave para entender el Evangelio.
Las palabras se inauguran con el llamado a no temer. Este pedido de superar el miedo es fundamental en la experiencia cristológica. No se debería tener miedo de las cosas que vienen de Dios, porque justamente, lo que viene de Dios es para nuestro bien. Sin embargo, el ser humano tiembla ante lo que resulta incomprensible o desconocido.
 El Evangelio insiste en la necesidad de no temer. El miedo se opone a la fe, y la tumba vacía exige, por sobre todo, fe. Fe como fidelidad a la experiencia de Jesús. El miedo paraliza. El miedo interrumpe la evangelización Cuando hay miedo el cristianismo encuentra como salida el repliegue temeroso, volver sobre los pasos a la oscuridad, callar.
Muchas veces siento y percibo que hay miedo hacia dentro, hacia los hermanos que pueden traicionar, y hay miedo hacia fuera, hacia el martirio. Y sin embargo, el joven dice que no se debe temer.
Parte del miedo surge de la falsa búsqueda. Las mujeres fueron buscando a Jesús el Crucificado; fueron buscando a un muerto, un cadáver. Y se han dado con que no hay muerto. Ahora hay resurrección. De una mirada de muerte, las mujeres tienen que pasar a una mirada de vida. El Crucificado es el Resucitado. Es ese Jesús de Nazaret, oriundo de Galilea, profeta itinerante, , predicador del Reino de Dios, maestro, hermano, amigo, hijo, artesano manual.
El muerto buscado es el vivo inesperado. Es importante esta identificación que no separa al Jesús crucificado, fracasado, abandonado, del Jesús resucitado, glorioso, vencedor. Es el mismo, la misma persona, el mismo Hijo de Dios, el mismo Hijo del Hombre. Ante el peligro de separar lo mundano de lo celestial, Jesús se encarna, muere y resucita, rompiendo para siempre la barrera de lo divino y lo humano. Pero rompiendo, también, la barrera de la historia de los hombres y la historia de la salvación. El inocente crucificado por un sistema opresor, por intereses religiosos y políticos, por una historia corrupta, es el resucitado de la pascua definitiva, la luz que ilumina todas las vidas.
Con Jesús de Nazaret al centro, la historia no es una sucesión de acontecimientos sin sentido, sino el medio de revelación de Dios que quiere concretar su proyecto universal de amor. La invitación del joven a las mujeres, a mirar el lugar donde había sido puesto el cadáver, es la invitación a mirar un espacio vacío, y reconocer en esa ausencia la resurrección, o sea, creer sin la aparición del Resucitado. El ejemplo de este tipo de fe exigida por el joven la ha plasmado Marcos en el centurión al pie de la cruz, que llega a expresar: “Verdaderamente este hombre era hijo de Dios” (Mc. 15, 39b).

Las mujeres se han convertido en depositarias primeras del anuncio pascual. Es un mensaje imposible. Estas mujeres pueden ser, a mediano plazo, pequeñas misioneras en un mundo imperial, hablando de un resucitado desde los márgenes. ¿Quién puede sostener esa historia? ¿Qué tipo de fe tergiversada es esa? Y sin embargo es la piedra de nuestra fe:
Es un mensaje marginal, impensable e inaceptable en el centro de la estructura jerárquica de la sociedad-Iglesia; es un mensaje que no pueden aceptar los poderosos, que no es compatible con la riqueza, que no avala la forma de vida de los derrochadores y opresores. Es, simplemente, un mensaje marginal, iniciado por tres mujeres desesperadas y trastornadas por la muerte de un ser querido.
A esto se ha arriesgado Dios, y a esto se ha arriesgado Marcos contándolo. Las mujeres espantadas y sin palabras de la tumba vacía son  para mí las que han dejado y dejan  HUELLAS  DE  PASCUA  es una  invitación a continuar el camino iniciado por Jesús de Nazaret.  La resurrección nos devuelve a Galilea, al terreno de los campesinos y los pobres, la tierra de los mezclados y oprimidos. Galilea es la esperanza, es el reinicio, es un canto a la vida. Galilea es el desafío de ser Iglesia desde los pobres, los paganos y los excluidos.
Es un principio que nos involucra. Para que la vida se siga abriendo paso, el Maestro reúne a los discípulos en torno a la resurrección, desde los márgenes de la sociedad, para transformarlo todo. El principio del Evangelio involucra al ser humano. No será una obra totalmente de Dios; exige una participación, que se hace desde la Gracia, pero que no por eso nos desliga de la responsabilidad de decidir. Hay que caminar Galilea con Jesús, reconocer a los enfermos, al leproso y al paralítico. Hay que animarse a comer con publicanos y pecadores. Hay que discutir con los líderes religiosos y políticos cuando sus planteos e interpretaciones se olvidan del ser humano. Hay que liberar a los endemoniados, a las mujeres oprimidas y a los hambrientos. Hay que predicar el Reino de Dios, pequeño como una semilla, incontrolable por los que quieren controlarlo, pujante, con una fuerza perseverante. Hay que ponerse del lado de la vida, cueste lo cueste, bajo cualquier circunstancia, en cualquier época. El lado de la vida es el lado de Dios.  Esto es dejar o recorrer HUELLAS  DE   PASCUA.
Amigos/as  los invito a esparcir la fragancia de cristo resucitado.
FELICES  PASCUAS…
PAZ Y BIEN
Hna. Esthela Nineth Bonardy Cazón
Fraternidad Eclesial Franciscana.




viernes, 3 de abril de 2015

Liberados por el Amor

Reflexión del Viernes Santo 2015
LIBERADOS POR EL AMOR
Juan 18,1-19,42


Hoy al recordar la pasión de Jesús, los invito a sentir la urgencia de asumir el doble compromiso, de expresar nuestro amor en acciones concretas hacia nuestras hermanas y hermanos en la fe, con la misma medida e intensidad con que nos amó Jesús; e impulsar un movimiento religioso liberador e inclusivo, que se identifique con las palabras y los gestos de Jesús, haciéndose solidario con las personas crucificadas de nuestra sociedad y nuestra cultura.

En estas últimas semanas hemos escuchado diversas pasiones que se unen a la pasión de Jesús, entonces cuando escuchemos o leamos la pasión o el viacrucis sintonicémonos especialmente con las personas gais, lesbianas, bisexuales, trans, divorciadas, separadas y vueltas a casar, portadoras de vyh, en situación de explotación sexual, mujeres que pasaron o están pasando por situaciones de aborto, en situación de violencia doméstica, adolescentes en situación de pobreza a quienes se asocia con “menores infractores”, personas desesperadas que recurren a las drogas o a los intentos de auto eliminación, privadas de libertad que el sistema carcelario termina destruyendo o internadas en clínicas psiquiátricas.

Tampoco podemos dejar de pensar también en las personas desempleadas crónicas, en quienes se encuentran en situación de calle, o envejecen en la soledad más profunda; en quienes pasan hambre o se alimentan de los residuos que otras personas desechan.

En Jesús tenemos la certeza absoluta de que la injusticia humana es vencida por la justicia divina, por eso esperamos y nos comprometemos en la construcción de otro mundo posible, pacífico y justo, inclusivo y solidario, donde sean respetados los derechos y la dignidad de todas las personas, en todos los lugares y por todo el tiempo; e invitamos a nuestras hermanas y hermanos, a seguir construyendo otra iglesia posible, comunidades de fe que se relacionen con horizontalidad, comprometidas con la liberación integral de las personas, sanadoras e inclusivas.


Para mí el viernes santo, es  recordar  el arresto, el interrogatorio,  tortura, juicio y la ejecución de Jesús de Nazaret a manos del sistema religioso y político. Y en esta muerte injusta, la de todas las víctimas, que a lo largo de la historia humana han sido detenidas, torturadas, condenadas y ejecutadas.
Sabemos que toda pasión es larga, y pues de todo esto quiero compartir algunos momentos que me han tocado más.
Amor a los suyos
Amigos  cada cosa tiene su tiempo y lugar por eso prestemos atención porque Jesús entra al lugar y tiempo indicado, “huerto” su tiempo para oración la cual está  llena de compromiso y fidelidad con su Padre, y en el momento que los guardias del Templo de Jerusalén y los soldados romanos irrumpieron en el huerto, Jesús estaba reunido con sus discípulos y discípulas. Jesús era buscado por subversión (18,33) acusado por los líderes religiosos (18,35) por lo tanto, sus seguidoras y seguidores eran cómplices de subversión y merecían la misma suerte que él.

Pero Jesús denota un amor particular y preocupación por quienes integraban la comunidad discipular. El nuevo mandamiento hace referencia a una preocupación continua, permanente, sistemática seguida de una actitud de ocupación por los intereses de las demás personas.

Porque los amaba inmensamente, les liberó de acompañarlo en la suerte que correría. Asumió solo la responsabilidad de la acusación. Un gesto más de ese amor sin condiciones con que Jesús amó a sus discípulas y discípulos (13,1).

Las comunidades cristianas estamos obligadas por el nuevo mandamiento, a amarnos mutuamente, con la misma medida de amor con que Él nos amó. Y este amor mutuo se expresa a través de la solidaridad incondicional.




Sistemas enfrentados
El conflicto que se fue generando entre los judíos piadosos, los sacerdotes del templo y los maestros que interpretaban las Escrituras, es decir, el sistema religioso que se atribuía el derecho de hablar y hacer en nombre de Dios y Jesús, un líder carismático que anunciaba con autoridad el mensaje de Dios, fue en aumento hasta culminar pidiendo, el sistema religioso al sistema político, su ejecución.

Una vez más están en tensión dos modelos de religiosidad. Por un lado, el sistema jerárquico, dogmático y fundamentalista que oprime y excluye, representado en el sistema religioso vigente en tiempos de Jesús. Por otro lado, el sistema horizontal, carismático y flexible que libera e incluye, representado por Jesús y el movimiento que generó en Galilea, Judea y Samaría.
Y esto se genera porque Jesús reveló un Dios misericordioso, sanador, maternal, generoso e inclusivo, próximo a todas las personas, especialmente a quienes sus derechos y su dignidad fueron vulnerados; contrario al dios juez y vengador del sistema religioso.

Las comunidades cristianas nos encontramos en el difícil lugar de optar por el Dios de Jesús o por el ídolo cruel creado por el sistema. Esta opción no es fácil porque somos parte del sistema. Optar por el Dios de Jesús implica enfrentamiento con los actuales líderes religiosos y las diversas comunidades de fe, que todavía continúan discriminando, culpabilizando y excluyendo en nombre de su dios.

 Bajar de la cruz

José y Nicodemo bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús. Una acción que   la comunidad discipular no realizó. El fracaso les había inmovilizado. Ella también había tenido responsabilidad en lo sucedido. Judas lo entregó. Pedro lo negó. Los once lo abandonaron. Sólo algunas mujeres le acompañaron en su agonía y muerte.

Dos realidades a las que, las comunidades cristianas no logramos escapar. Inmovilizadas por el fracaso y la responsabilidad nos recluimos en nuestros templos, o como José y Nicodemo ayudamos a bajar de la cruz a quienes el sistema religioso y político aún mantiene colgando injustamente.

Encuentros en el viacrucis
He querido dejar para el último estos hechos, en el recorrido hacia el Golgota el primer encuentro es con lo:
Nuevo
Su Madre llena de ternura y con el corazón partido sale a su encuentro y es sorprendida por las palabras de Jesús “Madre yo hago nuevas todas las cosas” pues  tengo la certeza del vino nuevo entre nosotros pero el problema está que los odres están viejos.
 Llanto y Servicio
El encuentro con las mujeres que lloran este es un sentir muy fuerte y muy marcado en la sociedad hoy creo que hemos perdido o estamos perdiendo la capacidad de la sensibilidad. El encuentro con simón de Sirene el cual presta un servicio obligado al inicio, el cual luego se  convierte en ofrenda porque reconoce al Hijo de Dios, ojalá nosotros podamos cuenta de esto en nuestros encuentros cotidianos.



Limpieza
El encuentro con Verónica este es un claro testimonio de desafío para hoy, pasar barreras, enfrentarse con el sistema y encontrarse con el Dios de la vida y de la historia, Verónica da un lugar preferencial a la mujer. Y para darse cuenta y reconocer que a lo largo de la historia la mujer aún sigue limpiando tanta porquería en este mundo.
El clamor por la misericordia
Jesús en la cruz clama misericordia  al Padre diciendo “Padre perdónalos” y pone como excusa “porque no saben lo que hacen”.
Amigos que Dios y la Virgen nos acompañen a llevar nuestras cruces.
San Francisco de Asís decía “el Amor no es Amado”
Paz y bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy Cazón
Fraternidad Eclesial Franciscana.