Reflexión 6 de enero 2018
Por eso sigo la Estrella…
Mateo 2,1-12
Hermanos. Termina la semana con la fiesta de la revelación del Niño Dios
a toda la humanidad. Hoy la Iglesia celebra la manifestación de Cristo a la
gentilidad. Cristo es revelado a los gentiles. Lo cual me alegra, porque yo
mismo me puedo clasificar en esa categoría: Gentil: (Entre los judíos, se dice de la
persona o comunidad que profesa otra religión.)
Las lecturas de hoy nos van marcando el camino hacia esa
epifanía, la revelación de Dios. Isaías, profeta en medio del pueblo, con fe ve
el nuevo amanecer que promete Dios e invita a caminar hacia ese faro que
ilumina las tinieblas, hacia el resplandor del nuevo amanecer. Ser portadores
de luz en un mundo que camina en tinieblas y no ve salida a los problemas.
¿Eres de los que piensan que hay más soluciones que problemas, o vas por ahí
con ánimo derrotista, contribuyendo a la depresión?
Esa luz, dice el salmo, que llega a todas las naciones o, como dice la
segunda lectura, ilumina a todos sin excepción. Porque todos somos coherederos
de la promesa. Desde Rusia, desde China, desde África, desde Oceanía… En todas
partes se oye su voz, se escucha el mensaje de salvación. ¿Te apuntas, lo
difundes, o dejas que lo hagan otros? Total, yo ya estoy salvado… Revisar hoy
nuestra aportación a la expansión del mensaje podría estar bien. Un buen regalo
de Reyes a los que nos rodean, compartir con ellos lo que vivimos y da sentido
a nuestra vida.
Ese amanecer, esa luz que vieron los Magos, y les llevó a
buscar al Salvador del mundo en forma de niño, al lado de su padre, San José
(santo varón, siempre dispuesto a cumplir la voluntad divina) y de su madre,
Santa María (ejemplo de aceptación de lo que Dios manda a la persona, guardando
en el corazón todo, lo que entiende y lo que no). Ver con los Reyes a la
familia de Jesús en el pesebre, y ponernos a sus pies, y adorarles. Si tienes
un belén en casa, podría estar bien hacer algún pequeño gesto hoy, mejor si lo
hacemos en familia.
El poeta inglés Anden, en un poema sobre la Navidad
presenta a los Magos motivando su viaje:
El primero dice: Debo saber cómo ser verdadero hoy. Por eso sigo la estrella.
El segundo dice: Quiero descubrir cómo vivir hoy. Por eso sigo la estrella.
El tercero dice: Necesito averiguar cómo amar hoy. Por eso sigo la estrella.
Al final afirman los tres: Debemos descubrir cómo ser hombres hoy. Por eso seguimos la estrella.
La estrella sigue
brillando hoy, para los que quieran verla. ¿Tú quieres? Búscala en la Liturgia,
en la Comunidad, en la Palabra, en tu corazón. En algunos países, los niños
esperan con grandísima ilusión la noche de Reyes, para recibir sus regalos. Con
esa misma ilusión podríamos esperar nosotros el encuentro con Dios.
Paz y
Bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy Cazón
Fraternidad Eclesial Franciscana
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