viernes, 3 de abril de 2015

Liberados por el Amor

Reflexión del Viernes Santo 2015
LIBERADOS POR EL AMOR
Juan 18,1-19,42


Hoy al recordar la pasión de Jesús, los invito a sentir la urgencia de asumir el doble compromiso, de expresar nuestro amor en acciones concretas hacia nuestras hermanas y hermanos en la fe, con la misma medida e intensidad con que nos amó Jesús; e impulsar un movimiento religioso liberador e inclusivo, que se identifique con las palabras y los gestos de Jesús, haciéndose solidario con las personas crucificadas de nuestra sociedad y nuestra cultura.

En estas últimas semanas hemos escuchado diversas pasiones que se unen a la pasión de Jesús, entonces cuando escuchemos o leamos la pasión o el viacrucis sintonicémonos especialmente con las personas gais, lesbianas, bisexuales, trans, divorciadas, separadas y vueltas a casar, portadoras de vyh, en situación de explotación sexual, mujeres que pasaron o están pasando por situaciones de aborto, en situación de violencia doméstica, adolescentes en situación de pobreza a quienes se asocia con “menores infractores”, personas desesperadas que recurren a las drogas o a los intentos de auto eliminación, privadas de libertad que el sistema carcelario termina destruyendo o internadas en clínicas psiquiátricas.

Tampoco podemos dejar de pensar también en las personas desempleadas crónicas, en quienes se encuentran en situación de calle, o envejecen en la soledad más profunda; en quienes pasan hambre o se alimentan de los residuos que otras personas desechan.

En Jesús tenemos la certeza absoluta de que la injusticia humana es vencida por la justicia divina, por eso esperamos y nos comprometemos en la construcción de otro mundo posible, pacífico y justo, inclusivo y solidario, donde sean respetados los derechos y la dignidad de todas las personas, en todos los lugares y por todo el tiempo; e invitamos a nuestras hermanas y hermanos, a seguir construyendo otra iglesia posible, comunidades de fe que se relacionen con horizontalidad, comprometidas con la liberación integral de las personas, sanadoras e inclusivas.


Para mí el viernes santo, es  recordar  el arresto, el interrogatorio,  tortura, juicio y la ejecución de Jesús de Nazaret a manos del sistema religioso y político. Y en esta muerte injusta, la de todas las víctimas, que a lo largo de la historia humana han sido detenidas, torturadas, condenadas y ejecutadas.
Sabemos que toda pasión es larga, y pues de todo esto quiero compartir algunos momentos que me han tocado más.
Amor a los suyos
Amigos  cada cosa tiene su tiempo y lugar por eso prestemos atención porque Jesús entra al lugar y tiempo indicado, “huerto” su tiempo para oración la cual está  llena de compromiso y fidelidad con su Padre, y en el momento que los guardias del Templo de Jerusalén y los soldados romanos irrumpieron en el huerto, Jesús estaba reunido con sus discípulos y discípulas. Jesús era buscado por subversión (18,33) acusado por los líderes religiosos (18,35) por lo tanto, sus seguidoras y seguidores eran cómplices de subversión y merecían la misma suerte que él.

Pero Jesús denota un amor particular y preocupación por quienes integraban la comunidad discipular. El nuevo mandamiento hace referencia a una preocupación continua, permanente, sistemática seguida de una actitud de ocupación por los intereses de las demás personas.

Porque los amaba inmensamente, les liberó de acompañarlo en la suerte que correría. Asumió solo la responsabilidad de la acusación. Un gesto más de ese amor sin condiciones con que Jesús amó a sus discípulas y discípulos (13,1).

Las comunidades cristianas estamos obligadas por el nuevo mandamiento, a amarnos mutuamente, con la misma medida de amor con que Él nos amó. Y este amor mutuo se expresa a través de la solidaridad incondicional.




Sistemas enfrentados
El conflicto que se fue generando entre los judíos piadosos, los sacerdotes del templo y los maestros que interpretaban las Escrituras, es decir, el sistema religioso que se atribuía el derecho de hablar y hacer en nombre de Dios y Jesús, un líder carismático que anunciaba con autoridad el mensaje de Dios, fue en aumento hasta culminar pidiendo, el sistema religioso al sistema político, su ejecución.

Una vez más están en tensión dos modelos de religiosidad. Por un lado, el sistema jerárquico, dogmático y fundamentalista que oprime y excluye, representado en el sistema religioso vigente en tiempos de Jesús. Por otro lado, el sistema horizontal, carismático y flexible que libera e incluye, representado por Jesús y el movimiento que generó en Galilea, Judea y Samaría.
Y esto se genera porque Jesús reveló un Dios misericordioso, sanador, maternal, generoso e inclusivo, próximo a todas las personas, especialmente a quienes sus derechos y su dignidad fueron vulnerados; contrario al dios juez y vengador del sistema religioso.

Las comunidades cristianas nos encontramos en el difícil lugar de optar por el Dios de Jesús o por el ídolo cruel creado por el sistema. Esta opción no es fácil porque somos parte del sistema. Optar por el Dios de Jesús implica enfrentamiento con los actuales líderes religiosos y las diversas comunidades de fe, que todavía continúan discriminando, culpabilizando y excluyendo en nombre de su dios.

 Bajar de la cruz

José y Nicodemo bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús. Una acción que   la comunidad discipular no realizó. El fracaso les había inmovilizado. Ella también había tenido responsabilidad en lo sucedido. Judas lo entregó. Pedro lo negó. Los once lo abandonaron. Sólo algunas mujeres le acompañaron en su agonía y muerte.

Dos realidades a las que, las comunidades cristianas no logramos escapar. Inmovilizadas por el fracaso y la responsabilidad nos recluimos en nuestros templos, o como José y Nicodemo ayudamos a bajar de la cruz a quienes el sistema religioso y político aún mantiene colgando injustamente.

Encuentros en el viacrucis
He querido dejar para el último estos hechos, en el recorrido hacia el Golgota el primer encuentro es con lo:
Nuevo
Su Madre llena de ternura y con el corazón partido sale a su encuentro y es sorprendida por las palabras de Jesús “Madre yo hago nuevas todas las cosas” pues  tengo la certeza del vino nuevo entre nosotros pero el problema está que los odres están viejos.
 Llanto y Servicio
El encuentro con las mujeres que lloran este es un sentir muy fuerte y muy marcado en la sociedad hoy creo que hemos perdido o estamos perdiendo la capacidad de la sensibilidad. El encuentro con simón de Sirene el cual presta un servicio obligado al inicio, el cual luego se  convierte en ofrenda porque reconoce al Hijo de Dios, ojalá nosotros podamos cuenta de esto en nuestros encuentros cotidianos.



Limpieza
El encuentro con Verónica este es un claro testimonio de desafío para hoy, pasar barreras, enfrentarse con el sistema y encontrarse con el Dios de la vida y de la historia, Verónica da un lugar preferencial a la mujer. Y para darse cuenta y reconocer que a lo largo de la historia la mujer aún sigue limpiando tanta porquería en este mundo.
El clamor por la misericordia
Jesús en la cruz clama misericordia  al Padre diciendo “Padre perdónalos” y pone como excusa “porque no saben lo que hacen”.
Amigos que Dios y la Virgen nos acompañen a llevar nuestras cruces.
San Francisco de Asís decía “el Amor no es Amado”
Paz y bien
Hna. Esthela Nineth Bonardy Cazón
Fraternidad Eclesial Franciscana.



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